Se dice que las Bienaventuranzas son el corazón de la Nueva Ley dada por Jesús que reflejan
Su corazón (ver Mateo 5:3-12). Dado que estas bienaventuranzas revelan las actitudes interiores que
subyacen a la visión de Jesús del Amor (ágape), es importante entenderlas e imitarlas. ¿Cuántas
personas pueden nombrar las Bienaventuranzas y explicarlas? ¿Cómo se pueden vivir si no se
entienden? ¿Cómo se pueden compartir si son inexplicables o mal entendidas?
Para responder a estas preguntas, Mujeres Magis elaboró este estudio titulada, las Bienaventuranzas:
Descubriendo el Corazón de Jesús. Su propósito es ayudarte a abrazar las bienaventuranzas;
practicar formas concretas para integrarlas en tu vida (lo que te llevará a experimentar el amor
transformador que Jesús ofrece); y desarrollar palabras e ideas que te ayudarán a compartir las
Bienaventuranzas con los demás.
En este estudio hay varios elementos diseñados para ayudarte a mover de tu mente a tu corazón tu
entendimiento sobre cada Bienaventuranza:
• En cada lección encontrarás una pregunta para ayudarte a integrar lo que estás aprendiendo en tu vida
cotidiana.
• Una palabra o frase de reemplazo; para cada Bienaventuranza, además del concepto del “opuesto” de
cada Bienaventuranza.
• Se presenta un Santo que ejemplifica cada Bienaventuranza para estudio adicional.
• Un llamado a la creatividad a través de las diversas invitaciones a la experiencia de oración.
• Tiempo con Abba: el elemento vital de este estudio y de tu transformación.
El “orden” de las Bienaventuranzas en este estudio se aborda en un orden diferente al enumerado
del libro de Mateo. Las primeras seis Bienaventuranzas de este estudio describen actitudes internas
fundamentales, mientras que las dos últimas describen las condiciones de vida que Dios aliviará,
sanará y santificará en el Reino de los Cielos. (Desarrollarás un conocimiento más profundo sobre
esto a medida que avanzas a través de las lecciones.)
Bienvenida a las Bienaventuranzas: Descubriendo el Corazón de Jesús. Este estudio, con la ayuda
del Espíritu Santo, permitirá que las Bienaventuranzas iluminen tu mente, animen tu espíritu, y
transformen tu corazón.